miércoles, 19 de agosto de 2015

Perspectiva de género y Mainstreaming o transversalidad de género.

La perspectiva de género implica tomar en consideración las diferentes condiciones, necesidades, índices de participación, acceso a los recursos y desarrollo, control de la riqueza, poder y toma de decisiones, etc. En definitiva, prestar atención a las diferencias entre mujeres y hombres en cualquier actividad o ámbito.

Para poder introducir la perspectiva de género en el análisis de la realidad social se debe tener en cuenta tres cosas:

  1. Análisis de género.
  2. Evaluación del impacto en función del género.
  3. Indicadores de género.


1. Análisis de género.

Es el estudio de las diferencias de condiciones, necesidades, índices de participación, etc. entre mujeres y hombres debido a los roles que tradicionalmente se les han asignado.

2. Evaluación del impacto en función del género.

Examen de las propuestas políticas para analizar si su puesta en práctica afectará a las mujeres de forma diferente que a los hombres, al objeto de adaptarlas para neutralizar los efectos discriminatorios y fomentar la igualdad entre hombres y mujeres.

3. Indicadores de género.

Son variables de análisis que describen la situación de las mujeres y hombres en la sociedad. El conocimiento de la realidad desde una perspectiva de género, requiere la utilización de estos indicadores que facilitan la comparación entre la presencia de mujeres y hombres e identifica diferencias que pueden alimentar estereotipos. La desagregación de los datos estadísticos por sexo es un indicador básico que da paso a otros indicadores explicativos de la realidad.

Asimismo, para valorar las implicaciones que tiene para los hombres y para las mujeres cualquier acción es necesario transversalizar la perspectiva de género.

Según las  Naciones Unidas - Consejo Económico y Social (1997) el mainstreaming de género es 


"un proceso para evaluar las implicaciones de las mujeres y de los hombres desde cualquier plan de acción, incluso la legislación, políticas o programas, en cualquier área y en todos los niveles. Es una estrategia en construcción, que debe recoger las preocupaciones y experiencias de mujeres así como las de los hombres (...) para que las mujeres y hombres se beneficien igualmente, y la desigualdad no se perpetúe. La última meta de mainstreaming es lograr la igualdad de género”.

La transversalidad de la perspectiva de género o mainstreaming no se limita a 

“los esfuerzos de promoción de la Igualdad, a la puesta en marcha de medidas específicas a favor de las mujeres, sino en movilizar también explícitamente a favor de la Igualdad, el conjunto de acciones y políticas generales, introduciendo en su concepción de forma activa y visible la atención a los posibles efectos sobre las distintas situaciones de mujeres y hombres”(Comunicación de la Comisión, de 21 de febrero de 1996, «Integrar la igualdad de oportunidades entre las mujeres y los hombres en el conjunto de las políticas y acciones comunitarias» [COM (1996) 67 final - no publicada en el Diario Oficial]).


Los principios para desarrollar el mainstreaming son los siguientes:
  1. Reconocimiento del sistema sexo-género.
  2. Reconocimiento de la distribución desigual de roles.
  3. Cuestionamiento del patriarcado como sistema social.
  4. Estudio y evaluación permanente de las condiciones de vida de las mujeres y hombres.
  5. Defensa de la participación paritaria. (En el gobierno, mismo número de hombres como de mujeres).
  6. Conlleva un posicionamiento ético político.
  7. Lectura crítica de la realidad.
  8. No es una metodología específica, sino que debe incorporarse al desarrollo de todo el análisis e intervención social, es decir, todas las acciones y decisiones, políticas y técnicas.
  9. El objetivo es la transformación de la sociedad.
  10. Se puede conjugar con proyectos y programas dirigidos específicamente a mujeres.
Los elementos para la integración son:
  1. Voluntad política.
  2. Recursos técnicos y presupuestarios.
  3. Formación técnica permanente.
  4. Informaciones y datos desagregados por sexo.
  5. Utilización no sexista del lenguaje.
  6. Compromiso social y personal con la igualdad como valor.
  7. Planificación.
  8. Integración de todos los y las agentes y de todas las organizaciones. 

Información extraída de: 
Instituto de la Mujer y Para la Igualdad de Oportunidades. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

miércoles, 12 de agosto de 2015

Igualdad

La igualdad formal es aquel reconocimiento que queda reflejado en las leyes y donde  queda constancia de que mujeres y hombres tienen los mismos derechos.

España lo refleja a través de la Constitución Española de 1978, en su artículo 14, dónde ésta manifiesta: “Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.

Una vez dicho esto, lo ideal sería que se trasladase a la realidad y al día a día de la ciudadanía este principio, pero como no es así, se necesita la intervención  de los diferentes poderes públicos y el establecimiento de indicadores y controles, así como el desarrollo legislativo hasta conseguir realmente una sociedad igualitaria.

En este sentido, en la Ley Orgánica, de 22 de marzo de 2007, para la Igualdad efectiva de Mujeres y Hombres, en su Artículo 1.1 recoge que “Las mujeres y los hombres son iguales en dignidad humana, e iguales en derechos y deberes. Esta ley tiene por objeto hacer efectivo el derecho de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres, en particular mediante la eliminación de la discriminación de la mujer, sea cual fuere su circunstancia o condición, en cualesquiera de los ámbitos de la vida y, singularmente, en las esferas política, civil, laboral, económica, social y cultural para, en el desarrollo de los artículos 9.2 y 14 de la Constitución, alcanzar una sociedad más democrática, más justa y más solidaria”.

Se conseguiría así una igualdad real o efectiva que es aquella que implica medidas, actuaciones, políticas que hacen efectiva la Igualdad. Cuando existiera efectivamente una Igualdad de Trato y no discriminación por razón de sexo y una Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres, lo que significaría que estaría garantizado el acceso de todas las personas que conforman la sociedad, a los bienes económicos, materiales y no materiales, como la educación, etc.

Asimismo, la igualdad de género es la manera de alcanzar la igualdad manteniendo las diferencias. Supone la puesta en marcha de medidas que van dirigidas a la consecución de derechos, beneficios, obligaciones y oportunidades, tanto de hombres como mujeres.

Por tanto, para garantizar el acceso de los miembros de una sociedad, mujeres y hombres, a los bienes que dentro de ella se generan es necesaria la igualdad de oportunidades. Para que puedan acceder y participar en las diferentes esferas y actividades.


Información extraída de: 
- Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
- Constitución Española de 1978.
- Ley Orgánica, de 22 de marzo de 2007, para la Igualdad efectiva de Mujeres y Hombres


lunes, 10 de agosto de 2015

Sistema Patriarcal

El sistema patriarcal es un sistema de organización social, que establece claras diferencias entre los papeles sociales de los hombres y de las mujeres. A los primeros se les otorgan privilegios por el sólo hecho de haber nacido hombres y las mujeres tienen que aceptar situaciones de subordinación tanto en la esfera privada como en la esfera pública. Los puestos claves de poder (políticos, económicos, religiosos, militares, ...) están ocupados por hombre en su mayoría (género masculino).

Se rige por unas reglas que vienen determinadas por los estereotipos de género que nos asignan desde que somos niñas y niños así como por los símbolos creados desde la filosofía, la religión o la ciencia para explicar la vida que se han ido asentando como verdades absolutas a lo largo de los siglos. Unas reglas que no están escritas y por lo tanto se hace más difícil vencerlas. 

En todas las sociedades se han desarrollado un conjunto de comportamientos que favorecen el acceso a los órganos de toma de decisión a los hombres, lo que a su vez hacen lo posible para mantenerse en el poder y tener una posición privilegiada respecto al acceso a los recursos. 

En aquellos países en vías de desarrollo y con regímenes autoritarios se promulgan leyes (basadas en la mayoría de los casos en costumbres) que determinan qué pueden o no hacer las mujeres. Sin embargo en los países más desarrollados el patriarcado se mantiene a través de formas más sutiles.

En la esfera privada, tradicionalmente, se ha establecido la figura del llamado “cabeza de familia”, que implica no sólo el mayor ingreso económico en la unidad familiar, sino la máxima autoridad y donde la mujer y los demás miembros de la familia, deben obedecer (roles educativos en casa, reparto de tareas, sexualidad,...).

Por lo tanto, las sociedades patriarcales no fomentan la igualdad entre los dos miembros de la pareja ya que establecen una relación basada en la dominación.


¿Cómo se mantiene este sistema?

La discriminación es "dar un trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, de sexo, etc." (Definición de la RAE, Edición 22).

Se mantiene por lo tanto, por que existe esta discriminación. Éste tipo de trato presenta tres formas:

- Directa: "Desigualdades por motivos expresamente prohibidos por leyes o normas" Artículo 6.1. de la ley orgánica 3/2007 de Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres. Por ejemplo, salarios diferentes, despidos por embarazo, etc.

- Indirecta: "Desigualdades que no son expresadas y se ocultan en un sistema aparentemente neutro"  Artículo 6.2. de la ley orgánica 3/2007 de Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres. Por ejemplo, masculinización de algunas profesiones, diferente reparto de las tareas del hogar, etc.

- Múltiple: Situaciones donde la suma de factores como la edad, el sexo, la orientacion sexual, el origen, la discapacidad, etc. dan lugar a más de una discriminación.




Información extraída de: 
- Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

-Ley Orgánica 3/2007 de Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres.

martes, 4 de agosto de 2015

¿Lo tenemos claro?

Tras unas entradas con conceptos básicos me gustaría lanzarme con otros conceptos que hoy en día siguen sin estar claros. Estos son; machismo, feminismo y hembrismo. 

El machismo es es un sistema ideológico y de legitimación de la desigualdad, que considera a los hombres superiores a las mujeres. Valora fundamentalmente tres únicas virtudes de las mujeres: la maternidad, la capacidad para cuidar a los demás y la belleza.

Lo complejo de analizar en la actualidad, es que sus manifestaciones actuales son más sutiles ya que la sociedad no aceptaría situaciones de décadas pasadas.

Por el contrario, el feminismo tiene como objetivo conseguir la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Es un movimiento dirigido a visibilizar a la mitad de la población, es decir, a las mujeres, para luchar por sus derechos y para reivindicar un papel protagonista en las sociedades actuales y en la historia de la Humanidad. 

Algunos de los temas más relevantes en los que se han centrado los diferentes movimientos feministas son; 
  • Derechos civiles y políticos de las mujeres.
  • Derechos laborales y económicos de las mujeres.
  • Sexualidad y salud reproductiva.
  • Violencia contra las mujeres.
  • Desarrollo sostenible y papel de las mujeres como motor de un nuevo paradigma económico.
  • Derechos del colectivo de mujeres lesbianas.
Todos y cada uno de ellos tienen siempre en común fomentar la libertad y la autonomía de las mujeres para elegir su destino.

En algunas ocasiones, se comete el error de pensar que la ideología contraria al machismo sería el feminismo. El feminismo no pretende someter y humillar a los hombres y que éstos, ni de forma individual ni como grupo social, sufran discriminación o tengan menos oportunidades que las mujeres.

El hembrismo es entendido como la ideología que considera a las mujeres superiores a los varones. Pero resulta muy significativo señalar que no está registrado en la historia ningún movimiento social que difunda y promueva planteamientos en este sentido. 

Es un concepto que se utiliza erróneamente como antónimo o contrario de machismo, no se basa en una realidad sino que forma parte del intento de deslegitimar el movimiento feminista, así como del desconocimiento acerca de lo que es el feminismo. 

Este concepto hace creer  que existe un sistema equivalente al machismo con actitudes de abuso de poder de la mujer hacia el hombre lo que supone ignorar la sociedad machista en la que vivimos.

Información extraída de: 
Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades.