martes, 4 de agosto de 2015

¿Lo tenemos claro?

Tras unas entradas con conceptos básicos me gustaría lanzarme con otros conceptos que hoy en día siguen sin estar claros. Estos son; machismo, feminismo y hembrismo. 

El machismo es es un sistema ideológico y de legitimación de la desigualdad, que considera a los hombres superiores a las mujeres. Valora fundamentalmente tres únicas virtudes de las mujeres: la maternidad, la capacidad para cuidar a los demás y la belleza.

Lo complejo de analizar en la actualidad, es que sus manifestaciones actuales son más sutiles ya que la sociedad no aceptaría situaciones de décadas pasadas.

Por el contrario, el feminismo tiene como objetivo conseguir la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Es un movimiento dirigido a visibilizar a la mitad de la población, es decir, a las mujeres, para luchar por sus derechos y para reivindicar un papel protagonista en las sociedades actuales y en la historia de la Humanidad. 

Algunos de los temas más relevantes en los que se han centrado los diferentes movimientos feministas son; 
  • Derechos civiles y políticos de las mujeres.
  • Derechos laborales y económicos de las mujeres.
  • Sexualidad y salud reproductiva.
  • Violencia contra las mujeres.
  • Desarrollo sostenible y papel de las mujeres como motor de un nuevo paradigma económico.
  • Derechos del colectivo de mujeres lesbianas.
Todos y cada uno de ellos tienen siempre en común fomentar la libertad y la autonomía de las mujeres para elegir su destino.

En algunas ocasiones, se comete el error de pensar que la ideología contraria al machismo sería el feminismo. El feminismo no pretende someter y humillar a los hombres y que éstos, ni de forma individual ni como grupo social, sufran discriminación o tengan menos oportunidades que las mujeres.

El hembrismo es entendido como la ideología que considera a las mujeres superiores a los varones. Pero resulta muy significativo señalar que no está registrado en la historia ningún movimiento social que difunda y promueva planteamientos en este sentido. 

Es un concepto que se utiliza erróneamente como antónimo o contrario de machismo, no se basa en una realidad sino que forma parte del intento de deslegitimar el movimiento feminista, así como del desconocimiento acerca de lo que es el feminismo. 

Este concepto hace creer  que existe un sistema equivalente al machismo con actitudes de abuso de poder de la mujer hacia el hombre lo que supone ignorar la sociedad machista en la que vivimos.

Información extraída de: 
Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades.

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